La Cruz de Mayo era una fiesta muy popular en la que los patronos invitaban a comer a sus empleados y se celebraba generalmente en el campo. Hoy día consiste en una romería en el parque de la Tejera en la que el Ayuntamiento invita a degustar sardinas asadas, panceta y chorizo a la parrilla y buen vino a todo el que quiera acudir, con espectáculos para la gente menuda y exhibiciones de jinetes y amazonas. También es costumbre que las gentes hagan cruces adornadas con las flores que se dan por esas fechas, como son las de las retamas con sus flores amarillas, cantuesos, tomillos y romeros, colocando las cruces en lugares bien visibles y concurridos del pueblo.

Pero el origen de la fiesta de la Cruz de Mayo hay que buscarlo en el siglo IV de nuestra era y tuvo lugar durante el Imperio Romano, cuando Santa Elena, según la tradición, madre del emperador Constantino fue a Jerusalén a buscar la cruz en la que murió Jesús, y después de muchas y laboriosas excavaciones se encontraron tres, pero como no sabían cómo distinguir la cruz de Jesucristo de las otras dos, las llevaron a una mujer agonizante y al tocarla con la primera cruz, la enferma se agravó, al tocarla con la segunda, quedó igual que estaba, pero al tocarla con la tercera, la enferma recuperó la salud al instante, y como consecuencia de ello, Santa Elena junto con el obispo de Jerusalén, Macario, y miles de devotos llevaron la cruz en una piadosa procesión por las calles de Jerusalén. Por muchos siglos se ha celebrado en Jerusalén y en otros distintos sitios del mundo entero la fiesta llamada de la Invención o hallazgo de la Santa Cruz, celebrándose el día 3 de Mayo, al parecer porque esa era la fecha en la que encontraron las cruces.

En el aspecto pagano, en este pueblo, la fiesta es cada vez más concurrida y es celebrada de manera que ese día da lugar al encuentro de gentes que se reúnen para comer en fraternidad, para volver a encontrarse algunos que hace tiempo no se veían, reencuentro de familiares y amigos que han emigrado, como me ocurrió con miembros de una familia que se fueron a Barcelona y uno de ellos hacía 43 años que no había vuelto por el pueblo, se trata de Alfonso González Segovia que vino a la fiesta con su familia, entre los que estaban su hermano Luis Miguel y sus hermanas Rosa Mari y Pilar, lo que dio lugar así a un encuentro en el que se comentaron muy gratos recuerdos. Y se celebra la fiesta con alegría y buen humor, recordando cosas pasadas y festejando el encuentro con lo que da la buena armonía y amistad. En el parque de la Tejera, este día se celebra una misa en recuerdo del hallazgo de Santa Elena.