Antiguamente a la entrada de la iglesia existía un soportal o pórtico con seis columnas, no había patio, y fue en 1914 cuando el párroco D. Remigio solicitó al Ayuntamiento un trozo de terreno público con el fin de hacerlo delante del pórtico de la Iglesia, solicitando también un donativo por la mitad del coste de las obras, a lo que se opuso uno de los concejales, pero tras discutirlo en la sesión del Concejo del día 8 de febrero, se accedió a la petición y hoy día podemos ver ese patio que es el que da entrada a la Iglesia. Después de esa ampliación del patio delantero hasta alcanzar las dimensiones actuales, el soportal fue derribado y a la entrada de la iglesia, cubriendo la zona de la puerta, se levantó un pequeño porche con tejado triangular.

En el patio hay lápidas de las sepulturas del cementerio que hubo junto a la cara Norte de la iglesia, además de una antigua pila bautismal, una losa con el número 1888, y hubo otra losa grabada para poder jugar a las tres en raya, que desapareció cuando se arreglo la entrada. En esas lápidas usadas como bancos se ven nombres de personas de familias pudientes del pueblo como eran los González (lápidas de Evarista González Solís, Rafael González y Feliciano González Solís) y de la familia de Fuentes (Salvador de Fuentes y el niño Ricardo Fuentes de la Peña).

En la lápida correspondiente a este último, que ha sido repasada últimamente, se puede distinguir lo que está escrito: AQUÍ YACE D. RYCARDO FUENTES Y Đ LA PEÑA NACYO EN 10 D FEBRERO Đ 1842 FALLECYO EN 10 D OCTUBRE Đ 1844

Ese niño era nieto de Julián de Fuentes López, afamado ganadero del pueblo, que tuvo a su hijo, Juan José, el cual se casó con Josefa de la Peña Barragán y fueron padres de Ricardo y de Mª del Carmen. Ricardo nació en febrero de 1842 y falleció en octubre de 1844 como se ve en la lápida. Su abuelo es el que sufragó el cementerio pegado a la cara norte de la iglesia.

La antigua pila bautismal, anteriormente se encontraba en la parte trasera de la iglesia, cercana a la salida que da al patio del antiguo cementerio, debajo del coro, habitáculo en el que actualmente se encuentra la caldera, y hoy día esa pila se puede ver en el patio de entrada, sirviendo de jardinera.

Antonio López Hurtado Zárate