Tres ermitas se erigieron en nuestro pueblo (además de la actual iglesia dedicada a San Miguel Arcángel). Si quieres conocer mas, D. Antonio Zárate nos lo cuenta con todo  detalle:

En nuestro pueblo, además de la iglesia dedicada a San Miguel Arcángel, huvo tres ermitas, y en un acta donde se habla de la subasta de la taberna del pueblo en que Melchor Callejo hizo postura, siguiendo el acta, se encuentra escrito “Presentazion”, pone la fecha como 28-10-1729 y que estaban reunidos en la Sala Capitular del Ayto. las autoridades, alcaldes, regidores y procurador con unos vecinos, diciendo Melchor que caso de quedarse con la taberna, daría el vino que se gastase para celebrarlo, “el bino que se gastase para zelebrar en esta Parroquia y sus hermitas …”, luego se habla de ermitas, lo que quiere decir que en ese tiempo había más de una. En otra acta de la reunión celebrada por el Concejo el día 08-12-1631, se ve escrito que se vaya a pedir maravedís al Arciprestazgo y que el Concejo vaya a Manzanares a pedir de limosna a su Excelencia, para aderezar la “hermita de san sebastian”, y en otras actas de 1782 vemos los trabajos que se hicieron en la ermita la Ascensión, por tanto, tenemos noticias de dos de ellas por documentos, y de la de la Santa Cruz, podemos verla.                                                                                       

La de la Santa Cruz se puede ver en el parque de la Tejera, y es de reciente construcción, de 1990, y hubo otra dedicada a San Sebastián en el Ensancho del Navazo, ya desaparecida, cerca de la estación de autobuses, que dio nombre a una calle, llamada de la Ermita en las construcciones del proyecto RAM , y otra también desaparecida que se llamó de la Ascensión de Nuestro Señor, y de esta última se tiene noticias por los documentos del Archivo Municipal de los años 1756, 1782, 1788 y 1811. En un documento de 1782,  «Posttura de la obra de la ermitta «, se trata de la subasta de obras de carpintería de recomposición de dicha ermita, propuesta por un carpintero de Guadarrama, valorando la obra en 2.800 reales, y detallando aspectos de la obra, que trata de la subasta de obras de carpintería de su reparación, empezando con la proposición de un carpintero foráneo ofreciendo sus servicios y dando su parecer de la situación del edificio, lo que se debe hacer, y que comienza con: “En la villa del Moral Zarzal  a veinte y siette dias del mes de Agostto de mil settezientos ochentta y dos; antte los señores Ysidro Muñoz, y Manuel de la Ruvia, Alcalde ordinario y Prôc. sindico grâl de ella, y por antte mi el Fiel de fhos, parecio Roque Cavallero, vecino de la de Guadarrama, mtrô de Carpintteria; y haviendo vistto y reconocido la obra de la Hermitta de la Ascension, exttramuros de estta dha villa…”, y continúa diciendo que toda la madera ha de ser nueva y dando especificaciones sobre la alfarjías necesarias, ripias, que la obra tendrá cuatro viguetas bien cuadradas, puertas sin enrejado, y así sigue diciendo qué hay que hacer, valorando la obra en dos mil ochocientos reales de vellón. Fue admitida esta postura por los señores del Ayuntamiento, pero dijeron que la obra sería reconocida por peritos y que la cantidad que resulte del remate será pagada en tres partes, una al principio, otra segunda cuando se haya hecho la mitad y la tercera al finalizar, entregándose la obra a fin de octubre de este mismo año, acabando con la firma del alcalde, el procurador, el carpintero y el “fiel de fechos”, que era el escribano. 

En otro de los documentos encontrados, se habla de lo que propone un forastero para llevar a cabo el arreglo de esa ermita, y comienza con: “Digo yo Manuel Alvarez mtrô de Arvañil vecino de la villa de Colmenar Viejo como de mandato de los Señores de el Ayuntamiento de esta villa de el Moral Zarzal, e pasado el reconocimiento de los reparos y compostura de la Hermita de la Ascension de ella haviendolos visto y reconocido; Hago postura en la Cantidad de 3500 rrs con las condiciones siguientes”, y sigue con las condiciones que pone el albañil, sobre las paredes, la mampostería, la sillería, la portada, que el tejado sea a cuatro aguas con maderas de la estructura de El Paular, y otras condiciones, y lo firmó el 26 de Agosto de 1788.

Hay otro documento que nos habla de la ermita, que se titula: “Remate de la obra de la Hermita de la Ascension”, diciendo que se juntan los alcaldes y vecinos el 8-09-1788 para tratar el «remate de la construccion, ô redificazion de la obra de le Hermita de la Ascension de el Señor de esta villa unica que havia en ella … mediante la Postura y condiciones hecha por Manuel Alvarez …” , se hace subasta pública y se adjudicó en Manuel Álvarez por la cantidad de 3.300 reales de vellón, que se obligó a ello. Una de las fuentes de ingresos del Municipio del Moral era la subasta de pastos de sus prados, y se ponían a subasta la Ladera de Matarrubia, los Linares, el Berrocal, la Dehesa Vieja y la Nueva, el Robledillo, y muchas otras zonas de pastos. En otro documento de 1811 que trata la subasta del terreno llamado de las eras de la Ascensión, y por la fecha, el rematante que fue Antonio Balandín, tuvo que ser Antonio Balandín Rubio, nacido en 1776. Hablando con un nieto cuarto de este Antonio, llamado Antonio Balandín Bartolomé, recuerda que cuando araba en la zona cercana al Circuito, en el prado Venerejo, en más de una ocasión encontró tejas y restos de una construcción, al levantarlos del suelo la reja del arado, lugar donde pudo encontrarse la ermita de la Ascensión, pero nada hay que lo certifique.

Y resumiendo, vemos que de la ermita de San Sebastián tenemos noticias en un documento de 1631, como hemos visto, y en un documento de 1729 se habla de «hermitas», luego había más de una, de manera que coincidieron la de San Sebastián y la de la Ascensión, puesto que de esta última se ve en documentos de 1756 que sí existía, pero en otro documento de 1782 se dice que era única, luego la de San Sebastián ya había desaparecido para el culto, y con respecto a la de la Ascensión, hay documentos que nos dan razón de ella desde 1756, hasta que en 1811 se subastó el terreno en que se supone que se hallaba.                                          La ermita de San Sebastián se usó para guardar paja, como yo llegué a ver, y un descendiente de Natalio Morales, propietario del terreno en el que estaba la ermita, me refiero a su nieto Hermene, me dijo que recordaba una losa que vio fuera y que por las dimensiones sería el altar de dicha ermita.

Y esta es una breve historia de las ermitas del pueblo, viéndose lo dicho de la hermita de san sebastian en el acta de 1631 en el documento adjunto, línea 4.  

Antonio López Hurtado «Zárate»